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Entrevista a Pablo de la Viña Muhlack, CEO de Zelsior, para Confilegal

Entrevista a Pablo de la Viña Muhlack, CEO de Zelsior, para Confilegal 150 150 Zelsior

Pablo de la Viña, CEO de Zelsior, en Confilegal: “Nuestra ventaja está en combinar inteligencia artificial con conocimiento jurídico experto”

En plena fase de expansión, coincidiendo su décimo aniversario y el lanzamiento de una nueva identidad corporativa, Zelsior afronta una etapa clave bajo el liderazgo de Pablo de la Viña Muhlack, quien ha asumido la dirección con una hoja de ruta clara: reforzar su posicionamiento como referente Legaltech, potenciar la innovación y escalar su estructura operativa.

“Mi prioridad es consolidar a Zelsior como actor clave en el ecosistema Legaltech español”, afirma en esta entrevista con Confilegal, donde subraya también el papel de la tecnología como motor de crecimiento. “Estamos en una etapa de madurez que exige reforzar capacidades internas y apostar decididamente por la escalabilidad tecnológica”.

Con más de 20 años de trayectoria en entidades como Citibank, Savia Asset Management y Link Finanzas, De la Viña aporta una visión estratégica orientada a resultados y eficiencia.

Hoy, Zelsior gestiona más de 18.000 notificaciones judiciales diarias con un equipo de más de 200 personas, y se ha consolidado como un referente en automatización procesal y recuperación judicial. “Nuestra ventaja está en combinar inteligencia artificial con conocimiento jurídico experto”, destaca.

El nuevo CEO apuesta por un futuro marcado por la interoperabilidad con la Administración de Justicia, la colaboración público-privada y soluciones cada vez más personalizadas. Su misión: “Innovar y liderar en el sector Legaltech, ofreciendo servicios integrales que maximicen el éxito de nuestros clientes”.

Ha asumido el liderazgo de Zelsior en un momento clave: décimo aniversario, nueva identidad corporativa y plena expansión. ¿Cuáles son sus prioridades estratégicas inmediatas al frente de la compañía?

Mi prioridad es impulsar aún más el posicionamiento de Zelsior como actor clave en el ecosistema Legaltech español. Somos una compañía innovadora y moderna, inmersa en una etapa de crecimiento sostenido, por lo que nuestras prioridades pasan por reforzar capacidades internas tanto en nuestra sede de Madrid como en la oficina de Barcelona, ampliar nuestros servicios y, por supuesto, seguir apostando por la innovación tecnológica como palanca de escalabilidad.

La nueva imagen y la reciente renovación de nuestra identidad corporativa reflejan ese impulso. Espero que mi experiencia y refuerzo ayuden a consolidar aún más los logros de Zelsior en esta nueva etapa de madurez de la compañía.

A lo largo de estos diez años, Zelsior ha demostrado una fuerte capacidad de adaptación y crecimiento. ¿Cómo definiría la cultura corporativa de la compañía y cómo quiere consolidarla durante su mandato?

Es una cultura enfocada en la excelencia operativa, la innovación y el compromiso con nuestros clientes. Combinamos equipos multidisciplinares con perfiles tecnológicos y jurídicos, y trabajamos bajo una lógica de mejora continua.

Además, somos una compañía que pone en alto valor al equipo y a nuestros profesionales, apostando por la inclusión, el bienestar laboral y el desarrollo profesional. Estos valores han sido fundamentales para el éxito de Zelsior y seguirán siendo el núcleo de nuestra identidad. Queremos seguir siendo una compañía que retiene talento, crece con él y pone la tecnología al servicio del sector jurídico-legal y financiero.

En términos de expansión, ¿contemplan abrir nuevos mercados, introducir nuevas líneas de negocio o reforzar su posicionamiento en el ecosistema judicial español?

Siempre hay oportunidades de expansión. En términos de crecimiento, nuestra compañía ya cuenta con oficinas en Madrid y Barcelona, desde las cuales ofrecemos servicios a todo el territorio nacional. Estas ubicaciones estratégicas nos permiten estar cerca de nuestros clientes y entender mejor sus necesidades.

Creemos que en el mercado aún hay mucho margen de especialización, desarrollo de negocio y automatización, por lo que siempre estamos dispuestos a explorar nuevas líneas de negocio que complementen nuestros servicios actuales y nos permitan ofrecer soluciones más integrales a nuestros clientes, desarrollando servicios complementarios al core de recuperación judicial, siempre bajo el prisma de la eficiencia procesal.

En definitiva, nuestro objetivo mantener nuestro posicionamiento en el mercado, expandir nuestras capacidades y continuar innovando para mantenernos a la vanguardia del sector, aprovechando nuestra experiencia y conocimiento para ofrecer servicios aún más especializados y de alta calidad. Estoy convencido de que, con el talento y la dedicación de nuestro equipo, seguiremos creciendo y adaptándonos a los desafíos del futuro.

La compañía ha crecido hasta convertirse en una referencia Legaltech en el sector de la recuperación de deuda judicial. ¿Qué papel juega hoy la tecnología, especialmente la IA, en este ámbito, y qué les diferencia de otros operadores?

El uso de la tecnología es nuestro sello de identidad. Y ahora, la IA generativa es clave. Nos permite clasificar y priorizar notificaciones, anticipar escenarios judiciales y automatizar decisiones que antes requerían intervención manual. Pero lo realmente diferencial es cómo combinamos esa tecnología con expertise jurídico y una operativa 100 % enfocada al recobro judicial. Ahí está nuestra ventaja competitiva frente a otras soluciones que existen en el mercado.

Puedes leer la entrevista completa publicada por Confilegal a continuación: “Nuestra ventaja está en combinar inteligencia artificial con conocimiento jurídico experto”

Invitamos a Carlos Fernández Hernández, consultor, docente y divulgador de Derecho digital, a reflexionar sobre «IA en la abogacía… ¿Modelo a medida o prêt-à-porter?»

Invitamos a Carlos Fernández Hernández, consultor, docente y divulgador de Derecho digital, a reflexionar sobre «IA en la abogacía… ¿Modelo a medida o prêt-à-porter?» 150 150 Zelsior

Bajo el título “IA en la abogacía… ¿Modelo a medida o prêt-à-porter?”, Carlos Fernández Hernández, consultor, docente y divulgador de Derecho digital, nos ofrece su visión sobre cómo la IA se está integrando en los despachos, desde herramientas comerciales listas para usar hasta los agentes de IA personalizados que permiten a las firmas crear soluciones a medida para optimizar su trabajo legal.

Carlos Fernández Hernández, consultor, docente y divulgador de Derecho digital

Ninguna tecnología parece avanzar hoy más rápido que la inteligencia artificial (IA). Solo en las últimas semanas hemos visto llegar la versión 4.5 de ChatGPT, la 2.5 de Gemini, Perplexity Lab y Grok 3, todas con mejores y más potentes prestaciones. Además, como veremos enseguida, una nueva figura, los agentes de IA, comienzan a llegar también a este escenario.

No extraña que un experto como Ramón López de Mántaras se manifestara recientemente sorprendido de los logros que está alcanzando esta tecnología. O que el propio Sundar Pichai, CEO de Google, acabe de decir que “Es impresionante lo rápido que avanzan nuestros modelos”.

Una afirmación aplicable a la mayoría de grandes empresas del sector y que hace que quizás no estemos ya tan lejos de esa IA general, capaz de resolver cualquier problema o tarea que pueda plantear un ser humano. Pero hoy no vamos a llegar tan lejos.

Me voy a quedar en ese propósito, anunciado por Pichai, de que la IA forme parte de todos sus productos y servicios, desde el buscador Google, al sistema operativo Android, pasando por Gmail, Google Drive o Google Maps. Una tendencia similar a la de OpenAI cuando anunció su adquisición de IO, la empresa de Jony Ive, el genio que ayudó a Steve Jobs a desarrollar el iPod, el iPad y el iPhone, orientada a la fabricación de un nuevo dispositivo de IA de uso cotidiano que supere los formatos habituales de interrelación conocidos hombre-máquina.

Por hacerlo corto: la IA, especialmente la IA generativa, va a estar presente en toda la actividad humana realizada a través de un dispositivo electrónico.

Trasladando ese mensaje al ámbito jurídico, conviene irse haciendo a esta idea: en muy poco tiempo, la IA, va a ser la nueva herramienta para todo de los despachos, grandes o pequeños.

Al igual que desde hace ya más de veinticinco años nos habíamos acostumbrado a usar el buscador de Google para localizar cualquier información, dato o hecho, a lo largo de los próximos años nos acostumbraremos a utilizar los sistemas de IA incorporados a nuestros diferentes dispositivos para, además, de esas tareas, la realización de otras como la búsqueda jurídica profunda (que permitirá buscar y resumir jurisprudencia, legislación y doctrina relevante), el análisis y la revisión de documentos legales como contratos, demandas o recursos (identificando cláusulas relevantes, inconsistencias o riesgos legales), la elaboración de borradores de escritos y documentos legales (con un lenguaje jurídico preciso, adaptado al contexto del caso) y la preparación de estrategias jurídicas y procesales que ayuden a los ayuda a los abogados a ofrecer un mejor asesoramiento a sus clientes.

Para realizar esas tareas, los profesionales podrán utilizar las herramientas que ya ofrecen los principales proveedores del sector. De hecho, no es nada recomendable utilizar para una tarea del ámbito jurídico productos que no estén especializados, en contenido y entrenamiento, en este sector. Las consecuencias de ignorar esa recomendación ya las han sufrido no pocos profesionales de diferentes partes del mundo que advirtieron, demasiado tarde, que la herramienta generalista y gratuita que habían utilizado les habían facilitado como respuesta normas derogadas o precedentes jurisprudenciales inexistentes.

Por tanto, la primera forma en que los profesionales de la abogacía podrán acceder a herramientas fiables de trabajo, con prestaciones de IA cada vez más potentes, serán las comerciales listas para usar. Lo que podríamos denominar IA prêt-à-porter. Te suscribes, te formas en su uso y te pones a trabajar utilizando los grandes fondos documentales actualizados y la avanzada tecnología de que disponen.

Pero últimamente han aparecido también los agentes de IA, unos modelos de lenguaje que, empleando volúmenes de datos más reducidos, están optimizados para la realización de tareas específicas (en vez de tareas de carácter general, como los LLM).

Como explicó David Hurtado en uno de sus últimos posts, estos nuevos sistemas abren un nuevo horizonte a aquellos profesionales que quieran (y, con un poco de esfuerzo, puedan), diseñarse sus propias herramientas de trabajo para optimizarlo y ofrecerles una ventaja competitiva.

Los agentes no se limitan a responder como un chat clásico, sino que son capaces de tomar decisiones según el contexto. Son herramientas adecuadas para incorporarse a procesos de toma de decisión que no dependan de reglas fijas o a los que resulta difícil someter a un sistema de reglas automatizadas, porque requieran considerar el contexto y matices o criterios no evidentes en datos no estructurados.

Estas nuevas herramientas abren la posibilidad de que una firma diseñe sus propias herramientas de IA a la medida de sus necesidades, con un nivel de personalización impensable hasta ahora.

Naturalmente, la construcción de uno de esos agentes no es trivial y convendrá acudir al asesoramiento de técnicos especialistas. Pero empresas como Microsoft o Mistral ya ofrecen herramientas para ello y, muy recientemente, OpenAI, la empresa que lanzó ChatGPT ha presentado una guía para la construcción de agentes (A practical guide to building agents). En ella se explican los criterios para decidir la construcción de un agente, sus fundamentos (el modelo, las herramientas y las instrucciones) así como las precauciones o guardrails que conviene implantar para su funcionamiento seguro.

La IA a medida ya está aquí, pero no olvides que se trata de una herramienta para tu trabajo, cuyos resultados deberás siempre supervisar antes de utilizar.

Jornada en el Parque de Atracciones de Madrid con la Fundación Down

Jornada en el Parque de Atracciones de Madrid con la Fundación Down 150 150 Zelsior

El pasado sábado, 7 de junio, tuvimos la suerte de vivir una experiencia muy especial en el Parque de Atracciones de Madrid, acompañados por nuestros amigos de la Fundación Down Madrid.

Acompañantes de la Fundación Down Madrid y equipo Zelsior

En Zelsior, creemos firmemente en el poder de las experiencias compartidas para construir un entorno más humano, inclusivo y enriquecedor. Por eso, organizamos esta salida junto a parte de nuestro equipo y los participantes de Down Madrid: una jornada llena de risas, emociones y momentos que quedarán para siempre en nuestra memoria.

Con la llegada del buen tiempo, no hay mejor momento para seguir fomentando encuentros que nos unen y enriquecen.

Fue una jornada verdaderamente única, en la que lo más importante fue disfrutar juntos, sin barreras, desde el respeto y la inclusión. Buscamos crear un espacio para desconectar de la rutina, convivir y fortalecer vínculos reales más allá del entorno laboral.

Gracias a Down Madrid por su entrega, su labor diaria y por permitirnos formar parte de una iniciativa tan bonita y enriquecedora. Nos llevamos aprendizajes, emociones… y muchas ganas de repetir.

Desde Zelsior, seguiremos apostando por acciones que promuevan el respeto, la diversidad y la convivencia. ¡Estamos seguros de que esta no será la última!

Team Building en la Caja Mágica con los responsables de área de Zelsior

Team Building en la Caja Mágica con los responsables de área de Zelsior 150 150 Zelsior

El pasado viernes 6 de junio, en Zelsior, disfrutamos de una jornada de Team Building en la Caja Mágica junto a todos los responsables de área de la compañía.

Responsables de área de Zelsior

A través de charlas inspiradoras y una dinámica deportiva en pista, compartimos un día fuera del entorno habitual de trabajo para reflexionar, aprender y fortalecernos como equipo.

En línea con nuestro compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa y el desarrollo de quienes formamos parte de Zelsior, comenzamos la mañana con dos sesiones realmente enriquecedoras:

Manuel Coloma Lamigueiro nos ofreció una charla didáctica sobre equipos de alto rendimiento, en la que reflexionamos sobre qué significa ser un equipo, las diferencias entre el deporte y la empresa, y cómo alcanzar el máximo rendimiento.

Pep Cargol compartió con nosotros una sesión experiencial sobre equipos de éxito, profundizando en el cambio de mentalidad necesario para pasar de perder a ganar, en la gestión emocional de la derrota y en cómo transformar los retos en oportunidades.

Cerramos la jornada con una dinámica en la pista de baloncesto, donde, a través del juego y la competición, desarrollamos habilidades clave como la asignación de roles, la adaptación al cambio, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo.

¡Gracias, Manuel Coloma Lamigueiro y Pep Cargol, por compartir vuestra experiencia y energía con nosotros! Por supuesto un agradecimiento muy especial a Adolfo García Nicolas, Quique Ruiz Paz y a todo el equipo de Give And Go Sports por su estupenda organización, que hizo posible que todo saliera a la perfección.

Y por último gracias al equipo de Zelsior que asistió y participó con compromiso y ganas de seguir creciendo juntos.

Una experiencia que, sin duda, nos ha hecho crecer como equipo.

Dagania Fraile, Responsable de Dirección Letrada en Zelsior, en Confilegal: «Supremo y contratos revolving: un verdadero cambio de paradigma ¿o no ?»

Dagania Fraile, Responsable de Dirección Letrada en Zelsior, en Confilegal: «Supremo y contratos revolving: un verdadero cambio de paradigma ¿o no ?» 150 150 Zelsior

Hoy, 22 de mayo, Dagania Fraile, Responsable de Dirección Letrada en Zelsior, ha ofrecido una tribuna de opinión para El Confidencial bajo el título «Supremo y contratos revolving: un verdadero paradigma ¿o no?».

Dagania Fraile, Responsable de Dirección Letrada en Zelsior

Las recientes sentencias del Tribunal Supremo N.º 154/2025 y N.º 155/2025 de fecha 30 de enero no desdibujan el camino marcado hasta ahora por la jurisprudencia europea y nacional y, en cierto modo, tampoco cambian el paradigma existente.

Hasta ahora para que un contrato, o sus cláusulas concretas, se considere transparente debe superar el control formal de incorporación (que se lea y que pueda ser entendido), el control formal de transparencia (que tenga sentido lo que dice) y, para los consumidores y usuarios, el control material de transparencia o abusividad (que un consumidor al uso pueda entender en qué le afecta lo que está escrito, entienda su repercusión económica y jurídica).

Nótese que para poder entrar a analizar el control material de abusividad, el contrato ha debido superar los dos primeros controles y ser válido conforme a ellos. Todo ello, siempre y cuando la cláusula analizada no afecte a un elemento esencial del contrato, como es el precio.

En este sentido, las principales notas que aportan las sentencias del Tribunal Supremo de 30 de enero de 2025 en cuanto a transparencia se ciñen, sobre todo, al tercer control: transparencia material o abusividad.

Entendiendo que para superar dicho control, debe existir una diferenciación clara entre el momento de información previa facilitada al consumidor y el momento de información contractual facilitado al consumidor, debiendo contar con dicha información de manera clara y transparente en dos momentos diferenciados y, que, en ambas ocasiones, el consumidor cuente con información clara, concreta y concisa sobre el funcionamiento del producto que está contratando, su precio, su coste y sus características.

Ciñéndonos a los contratos revolving, que es el producto analizado por las citadas sentencias, en ambos momentos el consumidor tiene que ser consciente de:

  • Que se trata de un crédito revolving (que conforme paga y cancela la deuda tiene posibilidad de seguir renovando y usando) y su funcionamiento
  • Tener ejemplos de lo que implicaría su crédito en el tiempo con el tipo de interés determinado
  • Cuota por abonar y que ésta incluye capital / intereses (en todos los contratos revolving se amortiza capital)
  • Indicación de que, a mayor plazo, menor cuota y mayor interés abonado (no por el %, sino por el tiempo)
  • Si se prevé o no el anatocismo

Teniendo en cuenta estos puntos y la legislación al efecto, que la inmensa mayoría de las entidades financieras cumplen por ser entes regulados y no chiringuitos financieros, debe tenerse en cuenta que un crédito revolving por el hecho de ser revolving no es falto de transparencia o abusivo, sino que deberá tenerse en cuenta el caso concreto, el contrato concreto y, el cliente concreto.

En este sentido, no tiene nada que ver un contrato suscrito conforme a la legislación y obligaciones establecidas en 2009, en 2016, en 2021 o en 2025.

Nada entran a valorar las últimas Sentencias en el concepto subjetivo de la abusividad relativo a si el deudor realmente tiene un perjuicio por el establecimiento de dicha cláusula.

Tampoco entran a valorar la debida responsabilidad de los consumidores al contratar un producto y estar informados de lo que realmente contratan, achacando toda la responsabilidad relativa a la información (no a la puesta a disposición, sino a la información en abstracto como concepto) a la parte predisponente.

Puedes leer la tribuna completa publicada por El Confidencial a continuación: Supremo y contractos revolving: un verdadero cambio de paradigma ¿o no?

Invitamos a Irene Fidalgo Fernández, Legal Engineer en Cuatrecasas, a reflexionar sobre «Legaltech 2.0: cómo la IA generativa impulsa el trabajo legal»

Invitamos a Irene Fidalgo Fernández, Legal Engineer en Cuatrecasas, a reflexionar sobre «Legaltech 2.0: cómo la IA generativa impulsa el trabajo legal» 150 150 Zelsior

Bajo el título «Legaltech 2.0: cómo la IA generativa impulsa el trabajo legal», Irene Fidalgo Fernández, Legal Engineer en Cuatrecasas, nos ofrece su visión sobre cómo estas tecnologías están transformando la práctica jurídica, mejorando la eficiencia, la precisión en el análisis documental y la gestión del conocimiento en los despachos.

La proliferación de tecnologías y herramientas legaltech ha revolucionado la gestión del conocimiento en el ámbito legal. Aunque sería imposible mencionarlas todas en un solo artículo, hablar de tecnología, a día de hoy, implica hablar de inteligencia artificial (IA) y en concreto de inteligencia artificial generativa (IA Generativa).

Da igual en qué ámbito nos encontremos o a qué nos dediquemos, desde el lanzamiento de ChatGPT de OpenAI en noviembre de 2022, no podemos evitar toparnos con este tipo de herramientas. La abundancia de cursos, ensayos y artículos dedicados a esta tecnología, y su protagonismo en eventos como el Mobile World Congress en Barcelona, son prueba de ello.

Como no podía ser menos, el ámbito del derecho también ha adoptado como suyas este tipo de herramientas y, en concreto, los Large Language Models (LLMs), como GPT-4o de OpenIA, han supuesto una revolución a la hora de hacer más eficiente el trabajo de los abogados.

Eficiencia y Precisión con Modelos de IA Generativa

Por una parte, los modelos de IA Generativa de uso general mejoran la eficiencia a la hora de extraer información de documentos, analizar y resumir textos e, incluso, al empezar a trabajar sobre un documento en blanco, ya que reducen significativamente el tiempo que se emplea para estas tareas en comparación con el trabajo manual, mejoran la precisión en tareas específicas y permite centrarse en tareas de valor añadido. Además, los LLMs “entrenados” en lenguaje jurídico o adaptados a casos de uso específicos del ámbito legal ofrecen mejores resultados.

Integración de IA Generativa con Herramientas Legaltech

Por otra parte, si en lugar de hablar de modelos “stand alone”, que toman como fuente de conocimiento todo el ideario disponible en la “World Wide Web” en un momento fijo en el tiempo (no actualizado necesariamente) y, a lo sumo, tienen un “fine- tuning” para adaptarlos al mundo jurídico, hablamos de modelos integrados en otras herramientas legaltech, como bases de datos jurídicas o con el propio conocimiento interno de un despacho, la revolución que supone para la gestión del conocimiento jurídico es aún mayor.

A día de hoy la gran mayoría de las herramientas de legaltech que existen pueden integrarse o ya están integradas con algún modelo de IA, tanto tradicional (machine learning, deep learning,…) como generativa, haciendo estas herramientas más precisas a la hora de realizar búsquedas y analizar datos y textos entre otras funcionalidades.

La integración con bases de datos supone tener un “asistente” que ayuda en las búsquedas de doctrina y de jurisprudencia y que es capaz de analizar y resumir textos y contenido jurídico de valor comprobado, puesto que la IA generativa conecta con el motor de búsqueda clásico de este tipo de herramientas legaltech y acota las búsquedas a su contenido curado y seleccionado, eliminando todo el ruido que aporta la inmensidad de internet. Además, estas herramientas pueden incluir flujos de trabajo pre-creados para casos de uso concretos (“prompts” de calidad que reflejan tareas habituales), lo que hace que el trabajo de búsqueda se simplifique más, ya que no tenemos que idear un prompt cada vez que necesitamos hacer este tipo de tareas.

En esta misma línea, la integración con el conocimiento interno de la firma, ya sea simultáneamente a la integración con bases de datos jurídicas, o como integración única, permite mejorar la precisión de la respuestas significativamente, ya que la aplicación de IA generativa tomará como base para responder a las consultas que se le planteen, aquellos documentos que los propios abogados del despacho han seleccionado como conocimiento estratégico (modelos, estándares e incluso criterios propios que se hayan emitido para resolver dudas jurídicas), dando una respuesta ajustada a los criterios sentados por los expertos en cada materia.

Igualmente, la integración de IA generativa con herramientas de redacción y gestión de contratos y con nuestro conocimiento interno implica que no estamos solos mientras redactamos un contrato u otro documento jurídico, ya que tenemos un “asistente” que analiza lo que escribimos y puede sugerirnos mejoras o cambios basados en documentos propios, que siguen las pautas y estándares de calidad del despacho.

Limitaciones, Riesgos y la Importancia del Factor Humano

Por supuesto, toda esta “ayuda” que presta la IA generativa debe ser revisada integramente por un experto en la materia, ya que, aunque cada modelo de IA generativa nuevo mejora al anterior, todavía existen riesgos inasumibles para el sector legal como las alucinaciones o el hecho de que la información disponible para la herramienta pueda estar desactualizada, entre otros.

En definitiva, la IA generativa nos hace más eficientes y productivos y permite a los abogados centrar su trabajo en tareas de mayor valor añadido. Los LLMs son excelentes en tareas de análisis de texto, resúmenes, traducciones y, en general, en cualquier tarea que implique trabajar con el lenguaje, no obstante, hay margen de mejora en cuanto a las respuestas generadas. Incluso de aquellos modelos especialmente diseñados para el sector jurídico.

Sin embargo, no podemos olvidar que las respuestas generadas por la IA generativa no son respuestas razonadas, basadas en conocimientos teóricos y prácticos, como las que daría un humano, sino que son respuestas generadas utilizando relaciones y patrones aprendidos para predecir el siguiente elemento de una secuencia mediante un cálculo probabilístico.

Más allá de mejorar los modelos y la forma en la que analizan texto, ahora mismo, la mejora en la usabilidad de estas herramientas pasa por integrarlas con materiales de calidad y acotar sus búsquedas para que no se extiendan a la totalidad de material con el que se le ha nutrido para “enseñarle a procesar el lenguaje natural”, sin olvidar la imprescindible revisión y adaptación del resultado obtenido por un abogado experto en la materia.

Por ello, podemos concluir que actualmente es imprescindible estar al día de las nuevas tecnologías que pueden hacer nuestro trabajo más eficiente, pero que el factor humano del abogado especializado es fundamental para asegurar que estas herramientas operen de forma precisa y segura.

Inés Vallín Cifuentes, Team Leader Big Ticket en Zelsior, en Confilegal: «La digitalización de la Justicia madrileña en 2026: ¿un fracaso anunciado?»

Inés Vallín Cifuentes, Team Leader Big Ticket en Zelsior, en Confilegal: «La digitalización de la Justicia madrileña en 2026: ¿un fracaso anunciado?» 150 150 Zelsior

El pasado 27 de abril, Inés Vallín Cifuentes, Team Leader Big Ticket en Zelsior, ofreció una tribuna de opinión para Confilegal bajo el título «La digitalización de la Justicia madrileña en 2026: ¿un fracaso anunciado?».

Inés Vallín Cifuentes, Team Leader Big Ticket en Zelsior

Cuando uno se imagina un Juzgado, piensa en togas, personas corriendo y esperas en pasillos; pero también piensa en torres de papel, en carpetas llenas de folios y en maletines repletos de expedientes.

La Comunidad de Madrid afirma que para 2026 este escenario desaparecerá, dejando paso a un sistema judicial cien por cien electrónico o de papel cero, donde los documentos físicos se verán sustituidos por el expediente digital, asumiendo la Administración el compromiso de renovar la infraestructura tecnológica.

Este ambicioso proyecto, fija en el horizonte la idea de una Administración ágil y eficaz, para la que el ejecutivo regional ha decidido destinar un presupuesto de más de 53 millones de euros en dos años. Sin embargo, aunque loable, este objetivo no está exento de desafíos y retos que se deben tener en cuenta para que la implantación sea real y eficiente.

Enfrentándonos diariamente a los medios tecnológicos precarizados de los Juzgados, parece difícil creer que en un año se vayan a unificar los sistemas informáticos y que, además, dicha unificación y digitalización no suponga un lastre en el quehacer diario de los profesionales y particulares.

Ya hemos visto los intentos de digitalización en otras Comunidades, y lo cierto es que las reticencias de los operadores son notables, puesto que, partiendo de un sistema creado para lo analógico, lo presencial y el papel, se pretende un giro de ciento ochenta grados, generando en muchas ocasiones una gran resistencia al cambio. Ya ocurrió así con la implantación del sistema Lexnet, y previsiblemente ocurrirá con este proyecto también.

En esa línea, parece interesante revelar los posibles costes ocultos que conlleva la digitalización, pues hablamos de cambiar el trabajo de miles de personas, desde jueces, fiscales o funcionarios, hasta abogados o procuradores. Un cambio que conlleva una pérdida de productividad en el proceso de aprendizaje y adaptación y que es probable que ahogue más a un sistema que ya está suficientemente colapsado.

Por otro lado, en un sistema donde las diferentes Administraciones regionales interaccionan continuamente, asombra la inexistencia y la falta de previsión de la gestión de los datos compartidos, así como la creación de un marco digital común que haría más eficiente el flujo de datos e información.

No debemos olvidarnos de los márgenes, y en los márgenes de este proyecto se quedan personas que interactúan constantemente con la Administración: personal con carencias tecnológicas, personas mayores o sin recursos.

Cuando hablamos de digitalizar la Justicia, un trámite necesario y urgente, no lo podemos hacer solamente desde el punto de vista del cambio de los sistemas informáticos, sino que inexorablemente debemos hacerlo también desde el cambio en la parte humana y en sus costumbres.

En relación a lo anterior, algo que suele fallar en este tipo de proyectos, es la falta de evaluación y control del impacto de los mismos. No se incluye a los operadores jurídicos en las posibles reformas o mejoras y no se mide el grado de satisfacción de los usuarios con el nuevo sistema. Así pues, se hace imperativa la medición del rendimiento, pues por muy alto que sea el coste de la evaluación, la inversión en la digitalización, si no tiene retorno, es una inversión perdida.

Otra de las figuras más controvertidas de este proyecto es el llamado “Buscador 360”. Esta herramienta, permite que los empleados públicos puedan buscar todo lo relacionado con un expediente judicial a la vez. Para ello, incorpora 60 millones de documentos y 500.000 videos transcritos automáticamente mediante inteligencia artificial.

Los principios de esta herramienta convergen directamente con lo regulado en la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, que prohíbe las decisiones automatizadas en ciertas materias más sensibles como la Justicia. Aunque no queda clara la convivencia de esta figura con la norma, lo que sí que está claro, es que del error o del mal uso de esta herramienta se pueden derivar consecuencias jurídicas con gran impacto para el ciudadano.

Puedes leer la tribuna completa publicada por Confilegal a continuación: La digitalización de la Justicia madrileña en 2026: ¿un fracaso anunciado?

Invitamos a Helena Palomino Moraleda, Profesora de Derecho Civil en Universidad de Castilla-La Mancha, a reflexionar sobre «¿Vida después de la muerte? Hablemos de patrimonio digital»

Invitamos a Helena Palomino Moraleda, Profesora de Derecho Civil en Universidad de Castilla-La Mancha, a reflexionar sobre «¿Vida después de la muerte? Hablemos de patrimonio digital» 150 150 Zelsior

Bajo el título «¿Vida después de la muerte? Hablemos de patrimonio digital», Helena Palomino Moraleda, Profesora de Derecho Civil en Universidad de Castilla-La Mancha, nos ofrece su visión sobre un tema cada vez más relevante: la sucesión del patrimonio digital tras el fallecimiento. Reflexiona sobre cómo la huella online que dejamos plantea nuevos desafíos jurídicos y sucesorios.

Helena Palomino Moraleda, Profesora de Derecho Civil en Universidad de Castilla-La Mancha

¿Alguna vez te has preguntado qué ocurrirá con tu perfil de redes sociales cuando fallezcas? O, en caso de invertir en monedas virtuales, ¿cuál será su destino tras tu muerte? Considero erróneo afirmar que hoy en día vivimos una revolución digital. Al menos datar esta cómo algo novedoso de nuestros días. Ya en el nuevo siglo, la presencia de Internet, las redes sociales, los asistentes virtuales e incluso los coches autónomos forman parte de nuestro día a día y conquistarán más terreno gracias a los avances de la tecnología. En España conviven los llamados nativos digitales y quienes, no siempre por propia elección, se han adaptado a la nueva realidad digital. Pero ¿qué impacto tiene esta inmortal vida online cuando la naturaleza del ser humano se abre paso?

Tradicionalmente, el patrimonio que una persona transmitía a sus sucesores estaba formado por sus bienes, derechos y obligaciones que no se extinguían con su muerte. Estos elementos no han variado, pero sí lo ha hecho su naturaleza. La irrupción de la digitalización ha introducido nuevos factores en el proceso sucesorio. Las personas ya no son titulares, únicamente, de bienes tangibles, sino que, debido a que nuestras vidas tienen lugar -la mayor parte del tiempo- online (interacción en redes sociales, comercio electrónico, banca digital, etc.) dejamos una huella digital que será imborrable; una presencia que perdurará después de nuestra muerte. Este hecho ha generado numerosos interrogantes entre los juristas españoles quienes, ante la pregunta de qué ocurrirá con esta identidad digital cuando ya no estemos, debatimos sobre la necesidad de crear nuevos instrumentos jurídicos para ordenar la sucesión de estos bienes digitales o si es suficiente con los ya existentes.

Aunque la cuestión no está exenta de polémica, considero que nada obsta para interpretar que el Código Civil español permite que la herencia, cómo objeto de sucesión mortis causa, comprenda tantos bienes analógicos cómo digitales (artículo 659). Lo que hace irrelevante para la cuestión, más allá de la esfera conceptual, diferenciar entre unos y otros. Por lo tanto, no existe duda de que el patrimonio digital será objeto de transmisión a la muerte de su titular. Igualmente, los instrumentos que el ordenamiento jurídico dispone en la actualidad para ordenar la sucesión (voluntad del causante y ley) resultan válidos para tal fin.

Uno de los principales problemas que se plantean es el conocimiento del legado digital. Cómo es habitual, el otorgamiento de testamento reduce el foco de oscuridad. El titular de bienes digitales puede determinar cuáles son sus bienes digitales y ordenar su destino para cuando él ya no esté, así como comunicar las claves de acceso para acceder a ellos o imponer cargas a sus sucesores sobre el modo en el que estos deben ser gestionados. Sin embargo, no siempre quien fallece ha otorgado testamento, lo que complica la cuestión. En este escenario resulta fácil conocer, por ejemplo, los bienes inmuebles del fallecido a través del Registro de la Propiedad, pero la inexistencia de una institución similar para los bienes digitales obstaculiza su transmisión. Además, la existencia de sistemas de auto custodia cómo las billeteras propias (wallets) en materia de criptoactivos pueden suponer una barrera para la sucesión hereditaria, aumentando las posibilidades de que se pierdan para siempre si su titular no ha comunicado su existencia o las claves privadas.

En todo caso, el patrimonio digital puede observarse desde dos perspectivas, la patrimonial o como protección de datos personales. Aunque solo esta última ha sido objeto de regulación, a través de la Ley Orgánica de Protección de Datos, habrá ocasiones en que ambos escenarios converjan cómo es el caso de los perfiles en redes sociales monetizados. Para la transmisión del patrimonio digital se debe tener también en cuenta la presencia de los prestadores de servicios o bienes digitales, encargados de permitir el acceso. El art. 96 LOPD legitima a un amplio número de personas para acceder a los contenidos digitales de la persona fallecida. No se reconoce legitimación únicamente a sus herederos sino también a las personas vinculadas al fallecido por razones familiares o, de hecho. En caso de que se haya dispuesto en testamento, considero que debería primar la voluntad del causante (et voluntas illius lex sit) por encima de tal regulación y reconocer solo cómo sucesores en los contenidos digitales a las personas que este hubiera designado.

Sin embargo, la cuestión no es tan clara cuando la sucesión está ordenada por ley, pudiendo generar controversias, en especial, con respecto a la intimidad de la persona fallecida. Aunque es cierto que el derecho a la intimidad, al ser personalísimo, no se extiende tras la muerte, sí existe una protección a la personalidad pretérita del fallecido que puede verse afectada. Esta amplia legitimación puede generar también otros conflictos en la praxis, cómo por ejemplo la falta de unanimidad entre los legitimados en cuanto a las decisiones de gestión de ese patrimonio o la incompatibilidad con la voluntad que expresó el fallecido a las plataformas. Compañías cómo Apple prevén que pueda designarse en vida un representante digital que estará legitimado para acceder a los datos almacenados en la cuenta tras el fallecimiento del titular. ¿Debe Apple reconocer el acceso a estos contenidos digitales únicamente a quien la persona haya designado cómo representante o a todos a quienes la LOPD reconoce legitimación? Considero que solo quien haya designado el fallecido debe estar legitimado para acceder.

Cómo se observa la sucesión del patrimonio digital plantea interesantes retos de futuro en los que el papel de los Notarios será fundamental, así como la creación de depósitos de contraseñas o registros de bienes digitales que faciliten la transmisión. Estaremos expectantes al alumbramiento de nuevas figuras que aporten seguridad jurídica a la cuestión.

Pablo de la Viña Muhlack, nuevo CEO de Zelsior

Pablo de la Viña Muhlack, nuevo CEO de Zelsior 150 150 Zelsior

Anunciamos la incorporación de Pablo de la Viña Muhlack como nuevo CEO. Con más de 20 años de experiencia en el sector financiero, de la Viña se suma a la dirección de la compañía tras la fusión total de Atlante y Proinvest bajo la marca Zelsior.

Pablo de la Viña Muhlack, CEO de Zelsior; junto a Sonia Benito, Managing Director de Zelsior

Pablo de la Viña Muhlack cuenta con una amplia experiencia en estrategia y análisis de cobros, habiendo ocupado puestos clave en reconocidas instituciones financieras y bancarias (Link Finanzas, Savia Asset y Citibank). A lo largo de sus más de 20 años de carrera, ha liderado con éxito equipos en la implementación de soluciones innovadoras para la optimización de procesos de recuperación de deuda, contribuyendo significativamente al crecimiento y la eficiencia de las organizaciones en las que ha trabajado. Con un enfoque constante en la innovación y la adopción de nuevas tecnologías, su experiencia será fundamental para llevar a Zelsior hacia nuevos horizontes, consolidando su liderazgo en el sector y abriendo oportunidades de expansión en el sector judicial, principalmente el de recuperación de deuda.

Asimismo, su fichaje coincide en el año de la celebración del décimo aniversario de la empresa, un hito que refleja diez años de crecimiento, innovación y compromiso en el sector de la recuperación de deuda.

Crecimiento y transformación

Fundada en 2015, y gracias a la combinación de tecnología propia basada en Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning como herramienta estratégica para automatizar procesos, y a sus profesionales altamente cualificados, Zelsior se ha convertido en la compañía líder en el ámbito de los servicios de gestión procesal y uno de los principales referentes Legaltech en España. La firma ofrece servicios legales 360º en el ámbito de la gestión del crédito gracias a la aplicación de la tecnología avanzada propia (software Lyra) que permite la gestión y automatización de procedimientos masivos y la optimización de recursos mediante la IA aplicada al ámbito legal, transformando la lentitud burocrática en un servicio ágil y al alcance de todos.

La reciente integración de Atlante y Proinvest ha supuesto la consolidación de todas las áreas productivas y equipos, así como la homogeneización completa de sus servicios, impulsando la eficiencia operativa del Grupo a través de la centralización y reorganización de la estructura de soporte y dirección, manteniendo sus dos sedes en localizaciones estratégicas como Madrid y Barcelona. En la actualidad, la compañía cuenta con más de 200 empleados, y recibe más de 18.000 notificaciones judiciales al día. Zelsior, cerró su facturación en el año 2024 con un incremento del 15,72% respecto al año anterior.

“Nos complace enormemente dar la bienvenida a Pablo. Su liderazgo y amplia experiencia serán fundamentales para impulsar nuestro crecimiento continuo”, afirma Sonia Benito, managing director de Zelsior. “Este décimo aniversario, además, nos ofrece la oportunidad ideal para reflexionar sobre los logros alcanzados y mirar al futuro con optimismo”, añade.

Por su parte, Pablo de la Viña Muhlack asegura que afronta con gran ilusión su incorporación a “una empresa innovadora y moderna, que ofrece un servicio exquisito y de máximo nivel a sus clientes”. “Espero que mi experiencia y esfuerzo ayuden a consolidar aún más los logros de Zelsior en esta nueva etapa de madurez de la compañía”, asegura.

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Invitamos a Miguel Bueno Benedí, Letrado de la Administración de Justicia, a reflexionar sobre «La Inteligencia Artificial en la Justicia Penal: ¿Hacia un futuro automatizado o una herramienta de apoyo?»

Invitamos a Miguel Bueno Benedí, Letrado de la Administración de Justicia, a reflexionar sobre «La Inteligencia Artificial en la Justicia Penal: ¿Hacia un futuro automatizado o una herramienta de apoyo?» 150 150 Zelsior

Bajo el título «La Inteligencia Artificial en la Justicia Penal: ¿Hacia un futuro automatizado o una herramienta de apoyo?», Miguel Bueno Benedí, Letrado de la Administración de Justicia, nos ofrece su visión sobre el impacto de la IA en el sistema judicial, sus beneficios, desafíos y la necesidad de una regulación clara para garantizar transparencia y equidad.

Miguel Bueno Benedí, Letrado de la Administración de Justicia

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en la Administración de Justicia no es una cuestión futurista ni un argumento de ciencia ficción. En la actualidad, múltiples sistemas judiciales en el mundo ya están utilizando herramientas basadas en IA para optimizar su funcionamiento. Sin embargo, la aplicación de esta tecnología en la Justicia Penal plantea interrogantes cruciales sobre la transparencia, la ética y la protección de los derechos fundamentales.

La IA en la Justicia: Más que Ciencia Ficción

El uso de la IA en la Justicia ya es una realidad en diversos países. Herramientas como COMPAS en Estados Unidos o VICTOR en Brasil han sido diseñadas para apoyar la toma de decisiones en procesos judiciales, especialmente en la evaluación de riesgos y la clasificación de casos. En Europa, el sistema OLGA en Alemania ayuda a jueces y fiscales a acceder a bases de datos sobre crimen organizado, acelerando el análisis de expedientes complejos.

En España, encontramos ejemplos como VioGén, un sistema de IA que evalúa el riesgo de violencia de género y optimiza la distribución de recursos policiales para proteger a las víctimas. A su vez, el uso de robots para la tramitación de expedientes de nacionalidad o la cancelación de antecedentes penales muestra cómo la automatización mejora la eficiencia administrativa en la Justicia.

¿Jueces Algorítmicos? Riesgos y Desafíos

El desarrollo de la IA en la Justicia Penal trae consigo múltiples beneficios, pero también plantea riesgos significativos. Entre los principales desafíos destacan:

• Falta de transparencia: Muchos sistemas basados en IA operan como «cajas negras», sin que los operadores judiciales puedan comprender del todo cómo llegan a sus conclusiones.
• Sesgo algorítmico: Como se ha observado con COMPAS, los sistemas pueden reproducir y amplificar desigualdades preexistentes, afectando de manera desproporcionada a determinados grupos sociales.
• Responsabilidad legal: ¿Quién responde por un error cometido por una IA? ¿El juez que la utiliza, el programador que la diseñó o la institución que la implementó?
• Pérdida del juicio humano: Si bien la IA puede ser una herramienta de apoyo, la toma de decisiones judiciales requiere una sensibilidad y ponderación que una máquina no puede replicar.

Un aspecto interesante a considerar es que los jueces y magistrados ya utilizan modelos y referencias previas para fundamentar sus sentencias, siempre adaptándolas al caso concreto. Si esto es así, ¿no sería más eficiente que una herramienta de IA procesara las opciones disponibles y ofreciera la mejor solución en un tiempo récord? Esto plantea un debate crucial sobre hasta qué punto la tecnología puede, o debe, sustituir la labor de interpretación y valoración del juez humano.

Regulación y Estándares Internacionales: Un Marco Necesario

Para evitar estos riesgos, es imprescindible desarrollar un marco normativo robusto. En la Unión Europea, el Reglamento sobre Inteligencia Artificial busca establecer principios de transparencia, explicabilidad y supervisión humana en la toma de decisiones automatizadas. A nivel internacional, iniciativas como la Convención Marco del Consejo de Europa y la Recomendación sobre la Ética de la IA de la UNESCO buscan garantizar un desarrollo responsable de esta tecnología.

Algunas recomendaciones clave para una regulación efectiva incluyen:

  1. Transparencia y auditabilidad: Las decisiones basadas en IA deben ser comprensibles y revisables por operadores humanos.
  2. Supervisión humana obligatoria: La IA debe ser una herramienta de apoyo, nunca un sustituto del juicio humano.
  3. Cooperación internacional: La delincuencia transnacional exige soluciones globales, como la integración de sistemas de intercambio de información a nivel internacional.
  4. Capacitación continua: Jueces, fiscales y abogados deben recibir formación en IA para comprender sus implicaciones y usos adecuados.

Hacia una Justicia Orientada al Dato y al Compliance

Uno de los retos fundamentales es cambiar la mentalidad jurídica para transitar hacia una Justicia orientada al dato. Esto implica adoptar modelos de trabajo basados en la recopilación, análisis y utilización eficiente de datos judiciales, asegurando que las decisiones sean fundamentadas en información precisa y no únicamente en documentos estáticos.

En este contexto, el compliance y las auditorías jugarán un papel esencial. Las instituciones judiciales que implementen IA deberán contar con mecanismos de auditoría permanentes para garantizar que las decisiones algorítmicas sean equitativas, transparentes y alineadas con los derechos fundamentales. Además, los sistemas de IA deberán estar sometidos a controles rigurosos para evitar que refuercen desigualdades o actúen de manera discriminatoria.

El compliance tecnológico en el ámbito judicial será clave para establecer criterios claros de supervisión y responsabilidad. La creación de organismos independientes encargados de auditar periódicamente estos sistemas asegurará que la IA no se convierta en una amenaza para la imparcialidad y la equidad del proceso judicial.

La digitalización judicial y el uso de IA pueden mejorar la eficiencia del sistema de Justicia, pero siempre dentro de un marco ético y regulado. Como toda herramienta poderosa, su uso debe estar guiado por principios sólidos de equidad, imparcialidad y respeto a los derechos fundamentales.

En definitiva, la Inteligencia Artificial en la Justicia Penal no es un sustituto de los jueces, sino un aliado potencial. Su éxito dependerá de nuestra capacidad para diseñar sistemas transparentes, justos y supervisados que fortalezcan, y no debiliten, la confianza en el sistema judicial.